lunes, 27 de junio de 2011

LA HERENCIA-1

Hace unos cuatro años, vivía en una gran ciudad, dedicado a mi trabajo y pasarlo bien con mis amigos y amigas. Un día recibí una carta de una bufete de abogados en la que me comunicaban que era el heredero de un lejano pariente del que nunca había oído hablar a mis padres, pero que resulto que era tío en tercer o cuarto grado de mi madre. La herencia consistía en una hacienda, dinero en efectivo y valores, en un país limítrofe con el mío. Pense que era una locura en si mismo, por lo que decidí vender la tierra y hacerme con el dinero.
Los licenciados me indicaron que debía viajar para firmar los papeles y tomar posesión. Así lo hice. Cuando llegue comprobé que estaba muy alejada de la capital, en una zona rural. Una vez tome posesión de mi herencia en la capital del departamento, me llevaron en una avioneta a conocer "mi tierra". Tras dos horas de viaje, tomamos tierra en una pista. Nos esperaban con un todo terreno. Me presentaron al capataz de la explotación y nos dirigimos a la casa. La verdad era francamente bonita la finca, tenia una de agrícola, otra ganadera y una tercera algo montañosa. El capataz me informó que trabajaban casi 300 personas. Tenia una amplia casa, bien conservada y diferentes construcciones auxiliares para las labores propias.
Me instale en mi nueva casa y decide pasar unos días viendo la hacienda y tratando de valorar su precio. Revise la contabilidad y la verdad era bastante rentable. Al final decidí quedarme por mas tiempo, no había prisa para vender.
Fui invitado por otros hacendados y recibido por las autoridades locales. Trabe amistad con el hijo de uno de ellos, mi amigo Juan. Observe una cosa que me llamo la atención, los hacendados tenían algunas mujeres a su servicio. Juan me explico que eran esclavas. Me llamo mucho la atención, pense en la antigua Roma, pero mi amigo me dijo que no era exactamente eso, eran mas bien esclavas sexuales en línea con el sadismo y el bdsm. Evidentemente yo había oído hablar de eso, pero nunca intereso especialmente. Por el trato que observe que les daban a las chica y por cosas que investigue en la red empece a interesarme. Le dije a Juan que si yo podía tener una esclava, me contesto que podría tener no una si no varias, ya que mis medios económicos me lo permitían. Sobre la legalidad no le pregunte, ya que además de los hacendados, el alcalde como el jefe de policía tenían alguna esclava, por ese lado no había problema.
Hice alguna discreta indagación sobre el tema y de cómo conseguir mi propia esclava, pero no me aclararon mucho, a parte de cierto temor que me producía el tema.
Un día que fui al pueblo coincidí con el jefe de policía, le invite a tomar algo, por aquello de llevarse bien con la autoridad y no se si fue por el alcohol o por otra cosa le pregunte como podía conseguir una esclava y que eso no me produjera problemas. Se rió con franqueza, me dijo que podía comprar a cualquiera que vendiera una esclava, pero que no solía ser frecuente y otra comprársela directamente a una familia de peones que algunas veces vendían una hija o cuñada o sobrina. Así se quitaban una boca que alimentar y conseguían algo de dinero. Que podía ser de mis propios peones o de otras haciendas. No podía creer lo que oía. Debió ver mi cara, que volvió a reírse mucho mas fuerte que antes, pero me indico que esa era la costumbre del lugar.
Durante unos cuantos días pense en eso y poco a poco se me fueron quitando las ideas de la cabeza. Al cabo de unos meses mi amigo Juan me invito a ir a una hacienda para ver el marcado de los caballos, lo bueno realmente era la fiesta posterior, la comida y esas cosas. Desde luego que acepte. En la fiesta hoy hablar de que un peón de la hacienda quería desacerse de una de sus hijas, por lo visto tenia cinco. En ese momento mi mente comenzó a recordarme lo que yo creía haber olvidado. Hice unas discretas averiguaciones ya que en el fondo me daba vergüenza, pero mi pene esta duro como una piedra.
A la mañana siguiente, casi sin dormir, fui en busca del peón, era de una hacienda colindante con la mía. Hable con el capataz, y luego con el hombre, me confirmo la venta y el número de hijos. Quería desacerse de la mayor que tenia 21 años. Le monte en mi coche para ir a su casa, me comento que ninguno de sus hijos sabia lo que iba hacer, solo su mujer. Cuando llegamos a su choza, salió a recibirnos una mujer y el peón le dijo que llamase a la chica, que yo quería verla. La mujer sonrío. Me presento a su hija, era un poco baja para mi gusto y rechoncha, pero eso tenia solución. Comenzamos a tratar sobre el precio, no me reconocía, hablaba de una persona como si fuera una res. Al poco llego otra chica, algo mas joven, me gusto mucho mas que la otra. Me dijo que tenia 18 años y era hermana de la "res". No lo pense, le dije que me interesaba la pequeña. El peón dijo que no quería desacerse de ella. Pense que era para sacar algo más de dinero, así que le subí un poco la oferta y cerramos el trato.
El hombre llamó a la chica, me dijo que se llamaba Diana, fui hacia mi todo terreno y los llame. Dije que se desnudara, sus harapos no me servían para nada. No hizo caso, su padre se lo volvió a decir y lentamente se desnudo. La ate las manos a la espalda y una cuerda por la cintura, atando el otro extremo a la parte trasera de mi 4x4.. Comenzó a llorar, su hermana también, pero la madre tenia cara de felicidad. Pagué mi compra y salí de allí.
Al cabo de unos kilómetros, pare y la subí a la parte trasera, íbamos muy despacio y no quería arrastrarla por el suelo. Por más que le dije que no lo hiciera, no dejo llorar todo el camino, eso me puso nervioso. Al llegar, la baje del coche y del pelo la arrastre hasta una especie de cobertizo que había junto a la casa. Le puse una cadena en su collar y la ate a una argolla en la pared. Suplicó y rogó, la dije que pensara en lo que le había hecho su familia y en el cambio de vida que la esperaba. Yo estaba muy excitado deseaba cojerla allí mismo, pero no era el plan que tenía en mente. La deje sola.

viernes, 3 de junio de 2011

"LA CHIC@"-3ª Y ULTIMA PARTE"

TRASFORMACION
 
Desde esa primera vez, cada ocasión en que nos encontrábamos mi Amo Y yo, llegaba a su casa y pasaba directamente al dormitorio para vestirme de chica, ya que por las circunstancias familiares no podía salir vestido de mi domicilio. Me compro ropa, lencería, zapatos. Yo también me compre algunas cosas, con su permiso. Habían pasado unos tres meses. Una vez vestida me presentaba ante mi Señor. No solo practicábamos sexo, me hacia acompañarle a la calle, de compras o a tomar algo en alguna cafetería . Cualquier fallo, falta o desilusión que le proporcionaba eran severamente castigados y corregidos. Aprendí a maquillarme perfectamente, y lo hacia como a él le gustaba, sencilla y nada recargada. Yo me encontraba bien, cada vez mas a gusto en mi papel femenino.
Un día me invito a cenar en un restaurante de moda y luego fuimos a bailar. Me compro un vestido negro espectacular, que dejaba más de medio muslo a la vista, escote cerrado por que no tenía pecho. Presumió de chica ante sus amigos, luego supe que algunos eran gays pero la mayoría no. Al final de la noche, me propuso que fuera a vivir a su casa, ser una perra 24/7, que lo pensara, porque mi vida cambiaría completamente. Le conteste que era mi Amo y yo su esclavo, que si deseaba eso, no tenía nada que pensar, solo obedecer y complacerle. Yo llevaba tiempo deseándolo, imaginar mi alegría. Salimos rápidamente de la discoteca, directo a su casa, bueno a nuestra casa. Esa noche hicimos el amor por primera vez y hasta ese momento, la única vez que lo hicimos, fue magnifico.
A la mañana siguiente me informó que disponía de una semana para arreglar mis asuntos. A los tres días le avise que ya estaba preparado para ir a vivir a su casa. Quedamos en que al día siguiente me trasladaría.
Nada mas llegar a casa, llevo a una habitación, me dijo que esa seria mi zona de la casa, para mi descanso y para cuando mi presencia no fuera requerida. Había un armario donde guarde mi ropa, una silla y una jaula. Me informo que entre mis obligaciones estarían la de ocuparme de la casa, limpieza, lavado de ropa, cocinar, etc.
Otra obligación que tenia era, siempre que no durmiera en la jaula, despertarle con una buena mamada.
Me apunto a un gimnasio de un conocido suyo, dándole indicaciones de los ejercicios que debía realizar, para amoldar mi cuerpo lo más posible al de una mujer. Como es lógico debía ir vestido de chica.
También visitamos a un medico que me dio un tratamiento hormonal, al poco tiempo mi voz se fue aclarado, dejando cualquier tono grave a un lado y mis pechos comenzaron a crecer. Estando sola en casa me gustaba mirarme los pechos en un espejo y comencé a medirlos para comprobar lo que iban agrandándose, lentos pero seguros. La gimnasia también ayudaba en ello.
Me adapte a mi nueva vida, ya era una chica, me sentía muy femenina y me encantaba la lencería, como a mi Señor.
Había pasado casi un año cuando mi Amo, me llevo a un medico, me hizo enseñarle los pechos, dijo que quería darles algo de volumen y dureza pero que no deseaba un gran pecho que con una talle 90 ó 95 estaría bien. Así que pase por el quirófano. La verdad me quedaron unas bonitas tetas, yo estoy muy orgullosa de ellas.
Cuando me recupere de la intervención, me anillo los pezones, lo hizo mi Señor por su propia mano. Dolió pero fue muy grande y agradable la sensación de verme así.
El día del aniversario de ir a vivir con el, me dijo que como era suya, me iba hacer el regalo de llevar su marca personal para que cualquiera supiera que de su propiedad. Eso me asusto, sabia que era una marca a fuego, pero era lo que deseaba mi Dueño así que no dije nada, solo obedecí y acepte.
Ya han pasado 5 años y cada día lo espero como si fuera el primero.